La Vie en rose (La Môme); Director: Olivier Dahan; Reparto: Marion Cotillard, Sylvie Testud, Pascal Greggory, Emmanuelle Seigner, Jean-Paul Rouve; Género: Drama; País: Francia, Inglaterra, República Checa; Año: 2007; Duración: 140 minutos.

 

Edith Piaf es uno de los íconos más grandes de la música. Su voz ha sido escuchada en infinidad de ocasiones por melómanos de todo el mundo. Ahora tenemos la oportunidad de ver una película en torno a su vida, realizada el año pasado por el francés Olivier Dahan, responsable de “Los ríos de color púrpura 2” y de buena cantidad de videos musicales.

 

En “La Môme”, título original de la cinta, podemos observar el aspecto dramático de la vida de la Piaf, los sufrimientos por los cuales pasó y que nos muestran que su vida no fue color de rosa: la difícil infancia, los problemas con el alcohol, la forma en que se relacionaba con la gente, la trágica muerte de su esposo, etc. Asistimos a esos momentos particulares, de los cuales la francesa no se arrepintió, alejándonos un poco de lo que fue significo para la música.

 

Bien interesante resulta la actuación de Marion Cotillard, la protagonista, quien tuvo que hacer bastantes esfuerzos para representar a ese “monstruo”. Muy dramática y emotiva, logra hacerse creer. A esto se le suma el impresionante trabajo de maquillaje, recordemos a Cotillard en “Un buen año”, cinta en la que representa a la mesera de un restaurante en un pequeño pueblo francés de quien se enamora Rusell Crowe, y comparémosla con esta personificación de Edith Piaf: espectacular. Gracias a esto, no estamos viendo a una actriz sino a un personaje.

 

También se destacan la fotografía y la ambientación, que nos llevan con exactitud a esos ambientes sórdidos en los cuales Edith Piaf estuvo. El trabajo del director es notable, especialmente en los momentos de transición del drama de Piaf al enfrentamiento con su público, cuando no debía mostrar ninguna debilidad emocional.

 

Finalmente está la música, las inigualables canciones de la Piaf en sus versiones originales, ya que su voz es inimitable.

 

Estos aspectos, y otros que se me escapan, hacen que esta película sea una cita con el cine a la cual no se puede faltar. Las largas filas indican que el público bogotano la está aceptando con agrado.