El nuevo álbum de los hermanos Followill me causó mucha sorpesa. Primero, porque se aleja de ese estilo rock sureño – punk que había sido el patrón sonoro en sus dos anteriores producciones y se adentra hacia la experimentación, bastante progresiva en algunos cortes. Ya no suenan a The Allman Brothers Band con Sex Pistols, no, ahora suenan a los Allman pero con una trabajo muy serio de ingeniería; segundo, porque se nota que su vocalista, Caleb Followill, ha madurado. No solo en la parte vocal sino también en cuanto a su faceta de compositor, con letras muy serias y poéticas que algunos han llegado a comparar con las Neil Young o Leonard Cohen. No sé hasta que punto se pueda hacer este parangón, pero se está buscando el equilibrio; tercero, cuando ya me estaba entusiasmando, entra el disco en una onda que rompe con todo lo anterior, pero de todos modos no llegó a aburrirme. Fue como estar ante el momento de transición del grupo, con la experimentación por un lado y por el sonido sureño en otro. Realmente es un trabajo que vale la pena y nos muestra que estos jóvenes de Nashville están en constante evolución.
-
Recent entries
-
Browse popular tags
Andrea Echeverri Jaramillo Arturo Pérez-Reverte Blues Bogotá capital mundial del libro ciclismo Cine colombiano Cine francés Fundación Gilberto Alzate Avendaño Germán Espinosa Hermanos Wachowski James Brown Javeriana Estéreo Jazz Jorge Lanata La Media Torta Libro al Viento Literatura argentina Literatura colombiana Literatura española literatura y ciclismo Literatura y fútbol Literatura y música Muertos de amor música colombiana Novedades discográficas Orquesta Filarmónica de Bogotá Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia Pedro Almodóvar Planetario de Bogotá Teatro Colón Bogotá -
Meta