Anita Nair vive en Bangalore y Mundakotukurussi, estado de Kerala, en la India. Sus libros se han traducido a veinticinco idiomas. En español han sido publicadas sus tres novelas: Un hombre mejor, El vagón de las mujeres y, la más reciente, Las nueve caras del corazón.
Aprovechando su visita Colombia, hablamos un poco respecto a su obra.
Anita, usted escribe acerca de tradiciones en la India. ¿Cuál es el propósito de este trabajo? ¿Preservar las tradiciones de la India o mostrarlas al mundo?
Mis libros tratan de explorar estos aspectos, realmente no presento ni vendo cosas exóticas de mi país a otras culturas. Cuando escribo un libro, lo escribo para mí, soy mi primera lectora. De lo que me he dado cuenta es que presento cosas que son desconocidas para el resto del mundo, incluso hasta para mi propio país. Investigando para mi última novela, me di cuenta de que muy poca gente en India sabe acerca de la danza y mientras más conocía más ganas me daban de escribir acerca de este tema.
¿Cómo fue la transición del oficio de la publicidad al oficio de escritora?
Yo estaba trajabando en publicidad pero ya había publicado dos libros, mi primera colección de cuentos y mi primera novela Un hombre mejor. Yo pensé mucho al renunciar a mi trabajo como publicista, porque cuando conocía a alguien y me preguntaba que hacía, yo respondía “soy escritora” pero si necesitaba un trabajo, decía “soy publicista”. Fue muy difícil para mí manejar estas dos vidas al mismo tiempo, así que decidí dedicarme por completo a la escritura. Los primeros meses fueron duros porque no tenía un trabajo y descubrí que un escritor tiene mucha presión, pues no estaba acostrumbrada a tener tanto tiempo libre ni tampoco a tener el lujo de sentarme y escribir cuando quería. Los primeros meses los encontré difíciles pero ahora veo que es muy difícil considerar el tener un trabajo de tiempo completo nuevamente.
¿Cómo escribe?
Soy muy anticuada: escribo a mano, con una pluma fuente y un cuaderno. Tengo algunos hábitos de los años de publicidad, por ejemplo, solo escribo en horas de trabajo, no soy como otros escritores que se levantan a las cuatro de la madrugada o que escriben en la noche. Yo escribo en las mañanas. Es el mejor momento para mí porque soy una persona muy matutina, en la noche estoy cansada y me gusta ir a dormir temprano, me gusta escribir en las mañanas y ser capaz de estructurar mi escritura de 9 a 12, y en esas tres horas puedo llegar a escribir 2000 ó 3000 palabras, si el día es bueno. En un dìa malo escribo 10. Esto me ha dado disciplina, es mi tiempo para escribir, así que no hago citas con nadie. Lo otro que no hago es trabajar los fines de semana. Esos días los dejo para mi familia y mis cosas personales.
¿Cómo es la investigación?
Lo que he descubierto es que me gusta mucho investigar porque me da una excusa para conocer tópicos de los que, de otra manera, no tendría oportunidad de acceder. Por ejemplo, en el último libro acerca de la danza, o en El vagón de las mujeres tengo un capítulo completo dedicado a la química. Todas estras cosas son maravillosas para mi. Lo que hago es leer mucho acerca del tema, todo lo que pueda, y si esto me exige ir a un lugar y quedarme ahí por un tiempo, lo hago. El comiezo de mis libros es la investigación, porque necesito mucha información así no sepa bien qué voy a hacer con ella.
¿Hay algo de Anita Nair en sus personajes?
Sería deshonesta si dijera que soy distante de mis personajes. Como todo escritor hay partes mías en los personajes. Algunas veces yo me distribuyo en varios personajes. Algunas experiencias en alguno, algunos hábitos en otro. Cada personaje tiene algo de mí.
¿Cómo es su relación con otros escritores de la India?
No tengo mucho conocimiento de otros autores que hayan tenido que ver con universidades o la industria del libro porque yo vengo de la publicidad, no vengo del establecimiento literario. Yo no veo muchos escritores, veo muchos pintores y gente que escribe teatro más que literatos. Vivo en una ciudad llamada Bangalore, donde habitan dos o tres escritores, a los cuáles escasamente veo. La mayoría se concentra en Nueva Delhi y Bombay.